Desde el lunes 24 de junio de 2024, el Tribunal Calificador de Elecciones ha comenzado a utilizar un renovado logotipo institucional, un símbolo que refleja la continuidad y modernización de la entidad en el umbral de su centenario. Esta renovación es parte de un esfuerzo constante por preservar la esencia de su imagen original, manteniendo su solemnidad y tradición, al mismo tiempo que se adapta a los tiempos actuales.
Emblema dorado: Un símbolo de dignidad y valor
Este emblema es una manifestación visual de su vigorosa historia y de la solemnidad que lo caracteriza. En este distintivo, se decidió perseverar con el escudo nacional, pero ahora unificando su color, con matices de simplicidad, que hermosean la heráldica nacional.
El dorado, color elegido, sugiere la dignidad y el valor de las funciones que el Tribunal ejerce, elevando su imagen al mismo tiempo que conmemora su centenario.
Cada elemento ha sido cuidadosamente tratado para mantener la esencia de su legado, al tiempo que introduce una estética contemporánea que resuena con los desafíos y aspiraciones del presente. Concibiéndose, no sólo como un logotipo, sino como un emblema que encapsula la identidad y la historia de esta institución.
La estrella central, enmarcada por el lema patrio “Por la razón o la fuerza”, resalta la firmeza del Tribunal en la defensa de la democracia y el resguardo de la voluntad soberana. Por otra parte, los símbolos de la fauna nacional, representan la fortaleza y la independencia de esta institución, atributos esenciales en su misión de garantizar procesos electorales justos y transparentes.
Rumbo al Centenario: Historia y Evolución
Desde su instalación en 1925, el Tribunal Calificador de Elecciones ha sido una piedra angular en la historia democrática de Chile, jugando un papel protagónico en la legitimidad de los procesos electorales durante casi un siglo. Durante este tiempo, el Tribunal ha sabido adaptarse a los cambios sociales y políticos que han moldeado al país, manteniendo siempre como misión fundamental la consolidación de la democracia. En este contexto, el emblema institucional del Tribunal también ha evolucionado, sufriendo transformaciones que reflejan su capacidad de modernización y su compromiso con el progreso institucional.
Inicialmente, se mantuvo fiel al sobrio esquema del escudo nacional. Sin embargo, años siguientes, el emblema adquirió una apariencia más moderna, resaltando los colores patrios y la balanza de la justicia, símbolos de su capacidad técnica y jurídica.
Durante el primer mandato del Ministro Sergio Muñoz Gajardo, el Tribunal se consolidó como una institución robusta, reflejando dicho avance en la restauración integral de su emblemático edificio, ubicado en Compañía de Jesús N°1288. Este proceso, llevado a cabo entre 2009 y diciembre de 2011, se distinguió por su enfoque en la sustentabilidad, respetando al mismo tiempo los elementos originales de su diseño arquitectónico. Un ejemplo destacado fueron las lucarnas, rasgos distintivos de la estructura, cuya restauración inspiró la creación de un nuevo logotipo institucional.
Finalmente, en el cuadrienio anterior, encabezado por la Ministra Rosa Egnem Saldías, y a propuesta del Ministro Ricardo Blanco Herrera, el emblema fue nuevamente actualizado, añadiendo mayor vistosidad mediante la incorporación de colores que enriquecen su diseño original, sin perder de vista su profundo simbolismo histórico.
Actualmente, la insignia dorada, forma parte de la segunda presidencia del Ministro Muñoz Gajardo, marcando el camino al centenario. En 2025, se presentará un sexto distintivo, que acompañará al actual logotipo y representará los 100 años del Tribunal.
A continuación, se incluye una pieza gráfica que ilustra la transformación de los logotipos del Tribunal a lo largo de su historia: